Valle de Cocora – en donde Colombia toca el cielo

 

Este paseo nos lleva primero al pintoresco pueblo de Salento y luego al Valle de Cocora, en donde encontramos la colonia más grande de la palma de cera, árbol nacional de Colombia. En ocasiones, algunos ejemplares pueden alcanzar la majestuosa altura de 70 metros.

En la mañana partimos temprano desde Pereira. La carretera sube y baja colina tras colina, mientras llegamos a nuestra primera parada en Quimbaya. Después de una deliciosa taza de café seguimos hacia Filandia, pueblo de artesanos  y caficultores.  A pie descubrimos pequeñas calles en donde la vida reduce su ritmo.

Vecinos paran a saludarse,  tomándose incluso el tiempo para preguntar por el bienestar del turista desconocido que pasa por su lado.  Luego de una corta caminata llegamos al mirador del pueblo. La vista sobre colinas y montañas que se extienden hasta el horizonte es única y se nos quedará con seguridad grabado en nuestra memoria.

A Salento llegamos sobre el medio día, justo a tiempo para aprovechar un buen almuerzo en uno de los numerosos restaurantes. En un jeep Willys, el tradicional vehiculo de carga del Eje Cafetero viajamos luego hasta una finca cafetera, en donde el dueño nos ofrece explicar todo lo relacionado con el cultivo del café y el proceso de producción que requiere.

El punto de retorno de nuestra excursión es el Valle de Cocora. Dejamos el carro estacionado por la tarde e iniciamos una caminata de aproximadamente  unos 20 minutos. Desde  lo alto de una colina podemos ver cientos de palmas de cera que se extienden por todo el valle.  De manera solemne, ellos mueven su copa  al ritmo del viento mientras el atardecer se hace notar con un suave color rojo-naranja que aparece en el cielo.

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