PNN Otún Quimbaya – un viaje al bosque encantado

 

El PNN Otún Quimbaya esta calificado desde el 2014 como uno de los 100 “Destinos Verdes” (Green Destinations) que hay en el mundo. Es el único sitio ecológico en Colombia que opera de manera auto sostenible, beneficiando económicamente a la comunidad que vive a su alrededor. Entonces una visita al parque no solamente nos permite conocer uno de los lugares más bellos de la región del Eje Cafetero, sino además  aporta al sustento de la gente que habita la zona.

Comenzamos nuestro  paseo en chiva, el transporte tradicional de las zonas rurales de Colombia. El viaje de una hora aproximadamente nos lleva por un pequeño valle, poblado por fincas ganaderas y granjas agrícolas. En el recorrido podemos observar como inicia el día en el campo, como los padres salen a trabajar a la huerta mientras los niños caminan a la escuela.

Los bosques del PNN Otún Quimbaya  parecen salidos de un cuento de hadas. La densa vegetación de la selva subandina es el hábitat natural de un sin numero de especies de flora y fauna (algunas en peligro de extinción) como lo son el mono aullador,  la danta de la montaña, más de 20 especies de laureles y el comino crespo, entre otros. Con un poco de suerte podemos observar un grupo de ocho, nueve o hasta diez monos aulladores que se desplazan por el bosque saltando de árbol en árbol.

Desde la entrada al parque, en donde recibimos una introducción de un guarda parques, tenemos tres caminos diferentes a nuestra disposición. Después de cada uno regresaremos al centro de visitantes, teniendo así  la oportunidad de descansar un rato o de tomar una gaseosa en la cafetería antes de iniciar el siguiente recorrido. De este modo podemos ajustar las exigencias físicas de la caminata individualmente a nuestras habilidades – si tu estado físico lo permite haremos las tres caminatas y si no, entonces nos conformaremos con tan solo dos.  

Los caminos del parque penetran profundamente un bosque que permanece hasta hoy en día casi virgen. Nos encontramos con quebradas  de aguas cristalinas y arbustos cubiertos por diferentes clases de musgo.  A pie de los árboles, por donde pasamos nosotros, casi no llega ni la luz del día – así de compacto es la vegetación. Y mientras nos desplazamos por un paisaje que parece ser de uno de los cuentos de los hermanos Grimm, el día se nos pasara en un abrir y cerrar de los ojos.

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